No me preguntes cómo, es una historia muy larga, pero ayer acabé en un caserío de Guipuzkua comiendo carne de Kobe. La carne estaba deliciosa aunque no me extraña, porque hacia mucho tiempo que no veía a alguien tan enamorado de su pasión trabajo. Nos recibieron en casa Paco e Iñaki y nos hablaron de su trabajo. Nunca había oído a nadie describir piezas de carne como si fueran una obra de arte. Siento que esta descripción se queda muy pequeña porque pocas veces he oído a artistas hablar con tanta delicadeza de su obra como ayer a estos dos carniceros.

foto de Benito Pastor
Ayer comí más que una estupenda txuleta de carne, me llené de entusiasmo, ideas, ganas de trabajar.
Ayer me recordaron la importancia de hacer las cosas con mimo, cuidar del círculo de amistades. Compartir. Trabajar desde la alegría y el amor.

OH ¿he dicho amor?
¿he dicho amor y no ha salido una princesa rosa de Disney?
Sí, porque hablo del AMOR verdadero, del que se escribe en letras mayúsculas, del que te hace levantarte a las 4 de la mañana para ir a ver qué tal están las vacas.
De ese amor que no cuenta en el balance contable pero que marca una gran diferencia a final de mes cuando te sientes feliz.
Creo que si en el cole, en las universidades, en los cursos de emprendimiento nos enseñaran más del amor que de contabilidad otro gallo nos cantaría…
Me gusta mucho tu explicación y las fotos de Benito. Gracias por hacerme desear haber podido participar.
Gracias María. ¡Lo pasamos GENIAL!
Pocas cosas marcan tanto como disfrutar de lo que haces. Te marca a ti como persona en felicidad. Y marca a los demás en el trato que les otorgas gracias al entusiasmo que genera experimentar tal felicidad.
Hacer las cosas con amor marca la diferencia y eso no se puede inyectar en ningún producto ni envasar al vacío… hay que cultivarlo cada día, es un trabajo personal.
Gracias May, a sido un placer haberte conocido.
¡Muchas gracias Paco por compartir! Y felicidades por vuestro trabajo
De la casta le viene al galgo, princesa.
Que placer aprender contigo
Presidenta, Presidenta jajaja
Gracias Benito ¡qué suerte reencontrarte!
May ¿Sabes una cosa? Me ha emocionado leerte y comprobar la fuerza que tienen las palabras que se escriben desde la sinceridad. Otra cosa, gracias por tu libro, a mi hija le encantado.
Gonzalo, un placer compartir mesa! Me alegro muuuuucho de que a tu hija le haya gustado el libro, a ver qué dice la nieta….